¿Cuáles son las ventajas de los calentadores a gas?

A la hora de decidir el mejor sistema para calentar el agua en una vivienda siempre existe la duda entre colocar un calentador a gas o colocar un termo eléctrico. Si se solventan los requerimientos que tiene el de gas, es la opción que tiene más ventajas. A continuación un pequeño análisis de estas situaciones.

La disponibilidad de agua caliente es instantánea

Quizás donde radique una de las principales ventajas de contar con un calefón a gas es en la inmediatez con la que se puede disponer de agua caliente. Solo es cuestión de que no se acabe el gas para que en cualquier momento se abra el grifo y el agua estará caliente.

Comparativa con calentador eléctrico

El calentador eléctrico cuenta con un tanque que acumula el agua que es calentada por la resistencia eléctrica. Si se abre el grifo en momentos en que la resistencia aún no realizó su proceso, no habrá agua caliente. Y este proceso suele tardar mucho tiempo.

Duración ilimitada de agua caliente

Se puede estar utilizando el agua caliente por largos períodos de tiempo sin que el agua caliente se acabe, cuando se cuenta con un calentador a gas. En el caso del calentador eléctrico, cuando el agua acumulada en el tanque se acaba, se termina el agua caliente. De ahí hay que esperar a que la resistencia complete nuevamente el proceso de calentamiento del agua.

Un análisis desde el punto de vista económico

El coste de la electricidad está muy por encima que el del gas, sobre todo si es posible contar con gas natural. En consecuencia, la relación gasto aprovechamiento es mucho más conveniente con un calentador de gas que con un eléctrico.

Los inconvenientes que puede tener un calentador a gas

Si no se cuenta con gas natural, es necesario estar pendiente de contar siempre con una bombona de repuesto para no quedar sin servicio a través de este tipo de calentadores. Además del espacio requerido para el almacenamiento de las mismas.

Otro inconveniente es la necesidad de una ventilación al exterior que tiene un calentador a gas.

Conclusiones finales

Si esos mínimos inconvenientes se pueden resolver sin dificultad, el calentador a gas es mucho más conveniente que uno eléctrico.